¡Qué más, parceros! Aquí desde Villavicencio les cuento que encontré un jueguito bien bacano para los ratos libres. Se llama plinko juego, y lo descubrí porque mi primo no paraba de hablar de sus ganancias. Me animé a probar y la verdad, la emoción es otra cosa. No se necesita ser experto, solo algo de paciencia y suerte.